
Don Felix de Argus
Tal vez, sus señorías, hayan acudido a otros lugares donde se sintieran así, como si una divinidad, o las tramas de los hilos del destino, les marcaran el camino a seguir. Es cierto que a todos nos gusta, de vez en cuando, dejarnos llevar por la vida y que todo tenga un propósito más allá de vagar sin rumbo. Especialmente, preferimos aquél camino marcado cuando no sabemos qué esperar del sitio al que vamos. Cuando no tenemos en mente quiénes somos ni sabemos adónde queremos llegar muy bien. Sin embargo, créanme vuesas mercedes, que aquestas próximas fiestas en Parvonna no serán así. Y créanme que les digo, sin duda, que es igual de bueno. Que nuestra historia y el Destino no estén escritos, sino que nosotros tracemos nuestras propias historias y caminemos hacia donde queramos, es más difícil, sí, pero más libre. Sin una trama creada, la única frustración que podremos sufrir radicará en los propios objetivos que nosotros mismos tengamos. Requiere más esfuerzo. Sí. Vivir sin una guía marcada implica que nosotros debemos crearla. Al igual que leer, que requiere trabajo, pero da otros beneficios. Vivir una vida predeterminada estará encorsetada por lo que debe ser, mientras que una sin esa trama del Destino, manejándolo todo, sólo estará limitada por lo que puedes tú hacer. Esto es lo importante.
¿Qué quieren hacer durante las fiestas que se avienen en el próximo año? Esa pregunta hay que responderla desde conocerse muy bien a sí mismo: ¿Quién soy? ¿Qué me gustaría conseguir? Algunos dirán: ¡Dinero! Y yo les diré: ¿Pero es el dinero todo? ¿Vuestra merced está dispuesto a arriesgar la vida por el dinero? ¿O prefiere ganarlo honradamente aunque gane menos? En ambos casos habrán de esforzarse y pensar cómo obtenerlo de antemano. No van a venir los dineros a sus manos por Arte de Magia durante la fiesta de Parvonna. ¿Quieren dinero y se avienen a arriesgar la vida? Únanse a la guardia, o al ejército, o a una tripulación de la Casa de Contratación. El propio nombre lo dice: Casa de Contratación. Contratan hombres y mujeres de

Wanderley en una escena en Tempus Belli, de Tempus Makers
acción. Allí sí que les deberían decir más o menos qué deben hacer, dónde deben estar y cuándo deben matarse por unos doblones de oro. Otra salida es el crimen. No seré yo quien les diga que delincan. Jamás. Pero, para nuestra desgracia, en el mundo en el que vivimos muchos sólo ven la salida del crimen como opción para ganar dinero. ¡Pero ocurre lo mismo! Requiere acción. Una acción decidida por uno mismo. No esperen a que alguien venga a proponerles un delito. Es uno el que debe ir a hablar con sus compinches a proponérselo. Un criminal debe pensar el golpe muy cuidadosamente para no acabar en la picota, cuidarse de no ser descubierto, debe pensar cada paso que vaya a dar y estar listo para reaccionar a los imprevistos. Y todo hablado de antemano con sus compadres. Nadie va a venir y decirle “roba a ese mercader”. Si quieren no morirse de aburrimiento los dos o tres días que dure la fiesta, habrán de ser ellos los que den el paso. El otro lado, siguiendo con el ejemplo del dinero, es el del trabajador honrado que acudirá a las “Malas Calles” de Parvonna con intención de no ser robado, claro, buscando ganar unos bien justos dineros. Pero entonces… ¿Qué piensa hacer para ganarlos? ¿A qué se va a dedicar? ¿Está dispuesto a salirse del plan que tenía en mente al llegar si ve que la vida le lleva por otro lado? ¿Está dispuesto a trabajar para otros? ¿Es realmente dinero lo que quiere? ¿Prefiere trabajar para sí mismo? ¿Está dispuesto a trabajar cuando los demás están de Fiesta? ¿Cómo piensa protegerse de los criminales de los que hemos hablado antes? Todo requiere conocerse muy bien y conocer el lugar donde uno va a moverse. ¡Y todo requiere trabajo y esfuerzo! Como ejemplo personal les diré que, estando de paso una semana en la Ciudad de Aldradach, los ciudadanos de allí lo tienen claro: Unos venden abalorios y bagatelas en puestos improvisados junto a la tienda donde duermen. ¡No hablo de los mercaderes establecidos! Hablo de los tiempos muertos que algunos aprovechan para ofrecer cosas. Otros ofrecen sus habilidades de retratista con cómicos o serios retratos. Algunos se ofrecen como guardaespaldas, o piden aventureros o mensajeros para realizar sus misiones.

Diny-chan en la Feria del Dragon de Asociación Fénix.
Yo me considero hombre de acción. Muchas veces mis planes acaban en fracaso. No se desanimen. Algunas veces, mis planes siguen el camino previsto. Algunas, muy pocas veces pero maravillosas, superan con creces mis expectativas. ¡¡Pero nunca me aburro!! Hagan uso de las posibilidades que les ofrece una Parvonna en fiesta. ¡De todas las oportunidades las que puedan! Es mejor cabrear a una divinidad y que esté apunto de matarlo definitivamente, ser secuestrado por orcos, ser asaltado en la noche por un falso grupo de guardias, ser acuchillado, luchar contra monstruos inenarrables o presenciar rituales de magia arcana que jamás habían sido realizados, antes que pasar los tres días tumbado en una esquina del Uñero bebiendo ron o aburrido por no
saber adónde ir. ¡Eso puede hacerse cualquier día y no hace falta salir de casa para ello! Esos tres días son para vivirlos todo lo intensamente posible. Dormir poco, salir mucho. Socializar con cada pintoresco personaje que nos crucemos. ¡Vivir la fiesta!
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